En un anterior post estuvimos hablando sobre que es el NEAT, y la importancia que tienen nuestras actividades y hábitos diarios para la salud. Y para realizar estas actividades de forma optima debemos saber qué es vitalidad y cómo tener más energía. Hoy te contaré lo importante que es la vitalidad para tu vida, que actividades están robando tu vitalidad, y también te daré algunas recomendaciones para que puedas desarrollarla.
¿Qué es vitalidad?
Si buscas en tu navegador la definición de vitalidad, te dará como resultado que es el término que se usa
para describir la capacidad de una persona de vivir, crecer y desarrollarse. La palabra vitalidad significa
tener energía, ser vigoroso, activo y entusiasta.
La vitalidad es un estado de energía que nos puede ayudar a relacionarnos positivamente con nosotros
mismos y con nuestro entorno, nos aporta motivación para alcanzar nuestros retos y nos permite llevar
una vida feliz y plena.
La vitalidad también puede ser definida como una fuerza interna que permite realizar actividades a la
persona que la posee. La vitalidad se refiere a la sensación de sentirse vivo, con altos niveles de energía y
entusiasmo.
Las personas con vitalidad son aquellas que se sienten vivas, llenas de energía, y casi siempre están alerta
y despiertas. Rara vez verás a estas personas cansadas o desanimadas. Son personas dinámicas, tanto
física como mentalmente, llevan una sonrisa en la cara y trabajan con entusiasmo.
Importancia de la vitalidad.
La vitalidad es aquella chispa que hace diferenciar a las personas vivas de las muertas. Cuando oímos
“esta persona me contagia su entusiasmo”, es la vitalidad actuando en todo su esplendor.
Tener una alta vitalidad puede ayudarte a:
- Tener una buena relación con las personas.
- Desarrollar la capacidad de motivarte a ti mismo y a los demás.
- Tener una actitud positiva ante los conflictos diarios.
- Realizar más actividades laborales y personales.
- Alcanzar tus objetivos.
- A ser una persona más alegre y disfrutar de la vida.
La vitalidad es especialmente valiosa cuando una persona puede utilizarla ante situaciones difíciles, que
pueden desgastar y agotar fácilmente su energía.
¿Qué actividades quitan la vitalidad?
Ya sabemos que es la vitalidad y la importancia que tiene para nuestra vida. Y esta debe ser protegida, ya
que hay diversas actividades, hábitos y actitudes que literalmente pueden robarnos nuestra vitalidad.
En primer lugar, la vitalidad no es lo mismo que la hiperactividad, ya que la vitalidad es un sentimiento
agradable y satisfactorio. Mientras que la hiperactividad es acción por acción. Son actos muchas veces
involuntarios y que pueden no ser satisfactorios para nuestra vida.
Por otro lado, factores como: el sobrepeso, los altos niveles de estrés, la depresión, el consumo de drogas,
llevar malos hábitos alimenticios, etc, provocan un descenso de nuestra vitalidad.
Conceptos como la inacción, la flojera, el desánimo, la inmovilidad, la inactividad, el malestar y la
pasividad son el opuesto de la vitalidad, y son pensamientos y actitudes que debemos erradicar de nuestra
vida si queremos gozar de una buena salud y energía.
El ambiente en que una persona vive también puede disminuir su vitalidad, cuando es un ambiente que
manifiesta sentimientos de ineficacia, falta de libertad, control excesivo, desconexión, etc. Debido a que
esto produce efectos psicológicos negativos sobre la persona.
¿Cómo desarrollar más vitalidad?
Ya hemos hablado suficiente sobre aquellas cosas que nos quitan nuestra vitalidad y energía, así que ahora
vamos a centrarnos en aquellas actitudes y hábitos que aumentan nuestra vitalidad, energía y entusiasmo.
- Ten una actitud positiva: Trata de tener un dialogo contigo mismo que te ayude a superar dificultades,
acepta los cambios en la vida y las emociones que ello conlleva como parte natural de la vida. - Desarrolla tu capacidad de adaptación y resiliencia: Ten la capacidad de adaptarte ante los sucesos y las
circunstancias. Piensa que las cosas suceden para algo y que todo pasa, tanto lo bueno como lo malo. - Ten una motivación: La motivación es alguna cosa, pensamiento o sueño que te motiva a realizar algo.
Una persona puede motivarse mediante la inspiración, la ilusión o el deseo. - Socializa y ten empatía: Nuestra relación con los demás también puede aumentar nuestra vitalidad.
Cuanto mayor número de contactos sociales de calidad tengas más vitalidad desarrollarás, ya que tanto tu
como esas personas pueden apoyarse y motivarse entre si. - Desarrolla hábitos saludables: En anteriores ocasiones hemos mencionado la importancia que tiene el
deporte, y llevar una vida sana para tu salud, aun así, vamos a repasar estos conceptos: muévete y haz
deporte, consume alimentos naturales y evita los alimentos procesados, hidrátate convenientemente,
duerme como mínimo 7 horas al día, realiza ejercicios de respiración y meditación, pasa tiempo en
contacto con la naturaleza, etc. - Cambia tu sistema de creencias: El sistema de creencias es un modo de ver e interpretar la realidad y el
mundo que te rodea. Es un arma de doble filo, ya que puede quitarte vitalidad, o aportar si lo usas de
forma correcta. sustituye tus creencias negativas por creencias potenciadoras. Cuando cometes una
equivocación y piensas “que malo eres, no sirves para nada, eres un inútil” esas son creencias negativas. Lo más saludable es sustituir estas creencias por otras más positivas como “no pasa nada, puedo
solucionarlo, esto le pasa a cualquiera, la próxima vez seré más cuidadoso”
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