Es muy importante que entendamos que deberíamos crear negocios para obtener rentabilidad, no para estar trabajando 24/7 y no conciliar el sueño con los quebraderos de cabeza que nuestro negocio nos da. Así que hoy nos adentraremos en lo que deberías conocer para aprender cómo calcular la rentabilidad de tu negocio.
Enfócate en lo que depende de ti.
El momento actual incita a que culpemos a la crisis, a conflictos bélicos, al sistema impositivo, del hecho evidente que los emprendedores y pequeños empresarios de este país cada vez trabajan más y ganan menos.
Pero lo cierto, es que, si bien sobre los elementos externos no tenemos control, sí podemos trabajar sobre lo que depende de nosotros.
Y con el mero hecho que exista un negocio rentable, el nuestro también puede serlo si accedemos al conocimiento que ese empresario exitoso tiene y que nosotros aún no. adentremos en por qué tu negocio no es rentable y cómo calcular la rentabilidad de tu negocio.
¿Por qué mi negocio no es rentable?
El mercado, la crisis económica no siempre son los responsables de que nuestros negocios no sean rentables. En muchas de las ocasiones la gestión que le aplica el emprendedor o empresario tiene más peso en el éxito o fracaso del negocio, que la propia situación coyuntural del momento.
Del mismo modo, los problemas de rentabilidad no siempre tienen relación con el volumen de ventas. Hay negocios zombis, que venden mucho y ganan poco. Con lo que la clave no está en el volumen de ventas sino en la rentabilidad de dichas ventas.
Si tus ventas no son rentables, trabajarás horas y más horas y solo darás vueltas en la rueda del hámster. Es más, puede incluso que mientras más vendas, más pierdas, si no tienes tus números bien calculados.
Cash y rentabilidad son dos conceptos distintos.
De hecho, existe el concepto morir de éxito. Que puede venir porque se crezca tanto que no podemos afrontar las altas ventas que nos llegan. O bien porque no calculamos adecuadamente nuestros costes imputables al producto o servicio y mientras más vendemos más perdemos.
Ejemplo de un negocio no rentable.
¿Cómo calcular la rentabilidad de tu negocio?
Para que lo entiendas con ejemplos:
Un centro de estética que ofrece masajes. No realiza el escandallo de costes y pone su precio de venta en función del mercado. Y por ejemplo lo pone a 50 euros el masaje.
Si realizara un escandallo vería que cada masaje le cuesta al centro 60 euros por ejemplo. Ya que no solo ha de imputar la materia prima de los productos que utiliza, sino también la mano de obra, luz, las amortizaciones de maquinaria….es decir los gastos variables que se incrementan en la medida que vendemos más. Y después añadirle la parte proporcional que se le debe imputar de gastos fijos. Total que el centro de estética de nuestro ejemplo está vendiendo a 50 algo que le cuesta a 60. Con el agravante que mientras más venda más personal necesitará y por tanto más pérdidas.
Simplificando, si vende 1 pierde 10 euros, si vende 2 pierde 20…y a medida que venda más, más perderá. Trabajará mucho y sus pérdidas se incrementarán en la medida que más trabaje.
Y este ejemplo sería valido tanto para negocios físicos como digitales.
Así que si piensas que trabajas mucho y ganas poco, pon el foco en tu contabilidad analítica, no solo en la fiscal que debes presentar a hacienda.
Y realmente la información es poder y es muy importante conocer los números.
Contabilidad analítica.
La contabilidad analítica, también denominada contabilidad de costes, es aquella que estudia cómo se distribuyen los costes y los ingresos de una empresa para obtener información de uso interno y tomar decisiones empresariales más acertadas. Y un mínimo de ella debería conocerla todo empresario o emprendedor.
Datos financieros que debes conocer para tener un negocio rentable son:
1. Estructura mínimo viable.
La EMV nos indica los gastos mínimos que tendremos para poder prestar nuestros servicios. Son los gastos recurrentes que nuestro negocio tendrá como mínimo por el mero hecho de existir
Es decir, la empresa tiene dichos gastos fijos tanto si vende o como si no vende.
Lógicamente se ha de intentar que estos gastos sean lo menores posible, automatizando procesos, etc.
Por tanto, si en nuestra planificación de ventas no vamos a alcanzar ese mínimo, entraremos en pérdidas.
En el caso que nuestra planificación de ventas no llegue a este importe mínimo que nos da la estructura mínimo viable, nuestro negocio no será viable con la estructura actual.
Este es el motivo de fracaso de muchos negocios en sus comienzos que desconocen su EMV, y no habían desarrollado un modelo de negocio que pudiera alcanzar el volumen de ventas para cubrirla.
Empiezan a incurrir en gastos y más gastos, sin entender que están engordando su estructura mínima viable.
Y que, si el proyecto está en sus inicios, con más razón esta debe ser muy pequeña. Ya que en los comienzos la clave está en aplicar estrategias lean de crear, medir y mantener o modificar según lo medido. No en incurrir en gastos sin planificación sin saber si tus productos o servicios funcionaran o no.
Llevándolo a un lenguaje coloquial: un negocio no solo es rentable porque ingrese mucho, también influye que gaste poco. Y básico, que lo que ingrese cubra lo que gaste al menos.
2. Importe de gastos variables.
Es decir, los gastos que varían si vendemos o no. Habrá veces de hecho que no interese vender más, porque los gastos variables se incrementen exponencialmente y ya no compense el negocio.
3. Gastos fijos.
Que se generan si o sí por el mero hecho de tener el negocio.
4.Importe de inversiones.
Que debo realizar para mantener o crecer el proyecto.
5. Importe de ingresos.
Basándonos en la previsión de ventas al precio planificado.
Por supuesto estos ingresos deben ser suficientes para cubrir los gastos fijos, variables e inversiones, al menos.
Y si no son suficientes idear que líneas de servicios o productos añadirás para que salgan los números.
Sin el conocimiento de estos datos, difícilmente podrás aplicar estrategias para mejorar tu rentabilidad.
En los cursos de Creven una de las primeras cosas que enseñamos es a saber realizar auditorias de nuestros negocios o proyectos y contarnos verdad a través de los números. Las estrategias de marketing, escalabilidad, crecimiento son más efectivas si partimos de información objetiva. Y tampoco es que resulte muy complicado, nosotros enseñamos a nuestros alumnos a comenzar con un sencillo Excel que nos sirve como punto de partida. En función de los datos que arroje ese Excel es cómo se deciden las estrategias que ese modelo de negocio necesita.
Si estamos comenzando con nuestro proyecto empresarial y queremos que este pueda consolidarse y escalar, sí o sí, tendremos que tener presente estos números. Para evitar cometer el error de ponerle infinitas horas de trabajo a algo que esta mal encaminado a nivel de números financieros.
Matemáticamente, la rentabilidad económica o ROI, se calcula, como el cociente entre el beneficio generado antes de impuestos o intereses, y el valor total de la inversión multiplicado por 100. Si el resultado de una empresa, al aplicar la fórmula, presenta un porcentaje menor al 5% anual, este es un indicador de una mala gestión empresarial.
Así que recuerda para obtener una cifra de beneficios lo suficientemente alta para que tu ROI de un porcentaje adecuado, trabaja sobre tus gastos fijos, tus gastos variables, tus márgenes, tus inversiones necesarias y tu nivel de ingresos.
Conoce, mide y actúa y así define la estrategia adecuada que sea acorde a esos números.
Y hasta aquí cómo calcular la rentabilidad de tu negocio…
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