.Bien, ya tenemos claro cual es el perfil de cliente al que nos dirigimos y hemos diseñado la oferta irresistible con nuestro producto o servicio. Hoy hablaremos de cómo estructurar nuestro proyecto para que sea un negocio rentable. Convierte tu idea en un negocio rentable!!
Tu negocio no es tu producto o servicio.
Como venimos diciendo un negocio no es solo el qué vendemos, es el qué, a quién, cómo y a qué precio. Es decir, es todo el modelo lo que lo convierte en negocio, no solo la prestación o venta de productos o servicios.
De ahí que si deseas hacer de tu proyecto un negocio rentable tengas que realizar la planificación de como penetrarás en el mercado, y también de como escalarás o crecerás. No te lances a invertir, gastar o hacer sin previamente haber planificado.
Los planes de negocio hace unos años
Hace unos años, cuando teníamos una idea de negocio, se comenzaba construyendo un gran plan de negocio. Los planes de negocio tenían cientos de páginas, que se fundamentaban principalmente en suposiciones. Hoy en día, esto no tiene sentido. Lo importante es aplicar estrategias Lean que nos permitan validar las primeras ideas antes de realizar grandes inversiones. Realizar modificaciones pertinentes y volver al validar hipótesis con los cambios realizados en el proyecto. Convierte tu idea en un negocio rentable.
No cometas estos errores al emprender
Continuamente me encuentro con emprendedores que acuden a las conferencias o eventos que realizamos y que nos cuentan como ellos tenían una idea buenísima, pero que se liaron haciendo el plan de negocio, pidiendo financiación a los bancos, dando vueltas y que ahora ya está el mercado tan saturado que para que lo van a intentar. Gastaron su tiempo y energía y, como no probaron, su tiempo ya pasó.
Así que lo ideal es que vayas creando productos mínimos viables, los lances al mercado y midas y analices cómo se comporta el mercado. Y una vez tengas tu idea validada, entonces sí te lanzas de lleno a por el proyecto que tenías en mente.
Es un error endeudarse, implicar a la familia pidiéndole financiación o gastar nuestros ahorros sin saber si nuestro proyecto funcionará o no.
El ciclo debe ser construir, medir y validarlo o aprender. Y por supuesto, hacerlo en ciclos cortos. Recuerda que la clave es el modelo de negocio, no tu producto o servicio.
Lienzo de negocio (CANVA)
Uno de las herramientas que puedes usar para validar tu proyecto es el lienzo de negocio. El lienzo de negocio o canvas tiene 9 áreas que deberás ir completando.
- Segmento de clientes: aquí detallas el cliente al que te diriges, hábitos, que hace, que ve, que siente, toda la información que tengas respecto a tus clientes ideales y el segmento en el que están.
- Propuesta de valor: razón por la que el cliente comprará tu producto o servicio y no otro. Teniendo en cuenta que la gente no quiere comprar productos o servicios, lo que busca es solución a sus problemas, deseos o necesidades. Es lo que te diferencia, lo que aportas de extraordinario, aquello por lo que te consumen.
- Relación con el cliente: estrategias y tácticas para captar clientes. Cómo llegar a ellos y cómo mantenerlos.
- Canal de distribución: será on line, presencial, con qué logística.
- Flujo de ingresos: cómo voy a monetizar la propuesta de valor. Será pago por uso, por licencia, por alquiler, por adquisición…
- Actividades claves: que tendrás que llevar a cabo
- Socios clave: proveedores, partners…
- Estructura de costes.
El concretar estos nueve puntos te dará claridad sobre los primeros pasos a llevar a cabo para hacer de tu proyecto una realidad. Convierte tu idea en un negocio rentable. Al ser el canvas un lienzo, es muy visual y te obliga a ser muy concreto. Como paso inicial te supondrá un gran avance, que a golpe de vista te permita analizar si tu idea se puede convertir en un negocio.
Planificación estratégica.
El siguiente paso sería realizar una planificación de los pasos que irás dando para materializar tu proyecto.
Con la estrategia lo que hacemos es usar una metodología para alcanzar los objetivos por medio de un plan de acción.
En la planificación estratégica nos marcaremos los objetivos que queremos alcanzar y a través de la planificación operativa concretaremos las acciones a llevar a cabo en el plazo de un año para conseguir que esos objetivos estratégicos sean una realidad.
Nuestra vida será tan elevada como lo sean los objetivos que seamos capaces de marcarnos. Por ello es tan importante como nos marcamos los objetivos.
Si el emprendedor o empresario no tiene una visión elevada su proyecto no podrá crecer mucho. De ahí que necesitemos saber marcarnos objetivos.
Objetivos SMART
Una de las fórmulas más extendidas de marcar objetivos es hacer que estos sean objetivos SMART(acrónimo en ingles de específico, medible, realizable, razonable y acotado en el tiempo). Así las empresas se marcan objetivos anuales, trimestrales y mensuales que cumplan estas características SMART.
Eso sí, no te limites a marcarte objetivos Smart que con eso de que deben ser alcanzables consistan poco más en contestar los mails pendientes. Ten en cuenta que objetivos de bajo nivel llevan a pobres resultado y a la inversa.
Se necesitan no solo objetivos concretos SMART, sino también objetivos ambiciosos. Aunque al pensarlos nos digamos que estamos locos y nunca los alcanzaremos.
Los objetivos ambiciosos sumados a un pensamiento SMART pueden convertir lo imposible en alcanzable.
El proceso por tanto ha de ser objetivos ambiciosos que constituyen nuestra estrategia y estos acotados en pequeños objetivos trimestrales, mensuales que cumplan con los requisitos Smart.
Departamentaliza por áreas.
Estos objetivos te los deberás marcar en todas las áreas o departamentos que requiera tu proyecto para poder funcionar.
Es importante que te marques objetivos no solo en las áreas que más te gusten. Sin darnos cuenta hay tareas que nos gustan realizar más que otras, y las que menos nos gustan las vamos dejando para el final, pudiendo eso acarrear problemas.
Todas las áreas de nuestro proyecto han de estar equilibradas y debemos prestar atención a todas ellas.
Una clasificación muy sencilla de las áreas de trabajo de tu proyecto sería clasificar en :
- Área financiera: dónde analizarás las inversiones que debes llevar a cabo para sacar adelante tu proyectos, tus gastos, tus precios, tu financiación
- Área operativa: donde ejecutarás. En esta área deberás planificar en el tiempo cuando crearás las creatividades para tus redes sociales, tu web, crearás tus productos o servicios, tu contenido orgánico…
- Área comercial: en esta área trabajarás tu plan de marketing, cómo realizarás la captación de clientes, su activación y la monetización. Tendrás que estructurar claramente como será tu embudo de ventas y que elementos vas a poner a funcionar para que sea una máquina perfectamente engranada tu maquinaría de ventas.
- Área administrativa: aquí será donde realices las tareas administrativas y de planificación, los contratos, gestión de trabajadores o colaboradores…
Convierte tu idea en un negocio rentable.
De forma que si queremos que nuestra idea se transforme en un negocio rentable, primero hemos concretado el buyer persona al que nos dirigimos. Hemos determinado el producto o servicio con el que vamos a darle solución a su problema. Y posteriormente lo plasmamos en un modelo de negocio para comprobar que se trata de algo viable. Aplicamos estrategias lean y creamos prototipos o productos mínimos viables con los que testemos el mercado y aplicamos la gestión estrategia para que podamos realizar de forma organizada todos los pasos que hemos de dar para lanzar nuestra idea y convertirla en proyecto. Ahí es nada.
Y lo siguiente será establecer el cómo lo haremos, que será lo que iremos desgranando en los siguientes contenidos.
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