El estrés esta frenando tu negocio. Que el estrés no te frene y solo aparezca en ocasiones puntuales no es algo fácil de lograr pero no imposible. 

Habíamos analizado en videos anteriores la gestión de los gastos y la gestión de tus fuentes de ingresos. Y para impulsar tus ingresos una opción está en desarrollar un proyecto propio. Así que daremos en los siguientes post las pautas para que recorrer ese camino sea más sencillo.

Hoy, sin embargo, nos vamos a permitir un paréntesis en conceptos económicos ya que quiero abordar un aspecto que considero muy importante por lo generalizado que es. Y que mal gestionado hará que tu proyecto o negocio no llegue a buen puerto. Hablaremos hoy del estrés.

Es muy importante que el proyecto propio lo desarrollemos no desde el miedo. La mayor parte de los proyectos que se crean no por pasión, visión, sino queriendo huir de una situación, no llegan a tener éxito. No todo el mundo tiene que ser emprendedor por muy de moda que esté.

De hecho, algo que observo con mucha frecuencia es emprendedores que acaban con importantes enfermedades arrastrados por la presión y estrés que les supone el comienzo de su idea de negocio, ya que no es algo que amen hacer. Como no lo aman hacer aparece el estrés como mecanismo de huida, igualmente sería extrapolable a trabajos que no queremos hacer, relaciones que no queremos mantener, exámenes…

Historía de reflexión: el oso

El estrés tiene un desarrollo evolutivo de miles de años, siendo en su origen muy útil para nuestra supervivencia. De hecho, momentos puntuales de estrés no es algo negativo. El problema radica cuando se convierte en un elemento permanente.

Visualicémoslo con un ejemplo que leí en el libro “Con rumbo propio” de Andrés Martín Asuero.

-Vamos a trasladarnos unos 30.000 años. E imaginemos un chico adolescente. Aprovechando que hay abundancia de bayas en el bosque se aleja de su cueva y se dedica a recogerlas. De repente un ruido le hace entender que hay cerca un animal de gran tamaño. Vuelve su cabeza y ve a un oso imponente. Se disparan todas las alarmas del chico y comienza a correr con todas sus fuerzas hacia una zona de rocas grandes. El oso le persigue también corriendo.

Ya entre las rocas el chico se esconde en una galería debajo de un peñasco, donde piensa que estará a salvo. Ahí se acurruca muerto de miedo y jadeando, mientras se va recuperando de la carrera. Pero e aquí que el oso no se da por vencido y empieza a escarbar para hacer una entrada. El miedo que impulso a correr al chico se vuelve ahora rabia y grita al oso tirándole piedras a sus garras para asustarlo. Tras varios fuertes impactos el oso se retira, pero se queda merodeando. Como el hambre aprieta al oso finalmente termina yéndose a buscar otra presa más accesible. Nuestro chico queda agotado y no se recupera hasta el día siguiente cuando el hambre es más fuerte que el miedo y se arriesga a salir.

eQué ocurrió a nivel fisiológico

A nivel fisiológico el proceso ha sido, el chico ve al oso, se activa el miedo que le ayuda a reaccionar y correr. Coordinado por la adrenalina se puso rápido en acción. En este caso los síntomas del estrés son algo positivo porque hace reaccionar al chico.

El tiene activado en su sistema nervioso el mecanismo de huida. Esto implica que se tensan músculos necesarios para correr, su corazón late con más fuerza para atender la demanda de la carrera. Para que la sangre esté bien oxigenada se abren los alveolos y la respiración se vuelve rápida y agitada. La piel se tensará para protegerse en caso de heridas, proceso normal en las huidas. Y el sistema inmune empieza a desplazarse a la periferia del cuerpo para evitar la entrada de gérmenes.

Cuando el oso intenta entrar en la galería con las garras se activa la rabia, sangre en la cabeza, gritar y fuerza en los brazos.

El oso se aburre de esperar y el chico se relaja un poco, y la adrenalina deja paso al cortisol, que coordinará la segunda fase del estrés, la de resistencia.

Al disminuir el peligro el sistema nervioso activa un mecanismo de recuperación, el sueño. Y a nivel interno el cortisol activará el consumo de grasas almacenadas para alimentar las necesidades energéticas sin necesidad de salir de la cueva. Tardará bastante tiempo hasta que aparezca el hambre y le fuerce a salir.

El estrés esta frenando tu negocio, que no te frene.

El estrés esta frenando tu negocio. Que el estrés no te frene haciéndolo una constante en tu vida. 

El estrés tiene 3 fases: la primera es la estimulación, esta es cuando se activa el organismo para hacer frente al problema. Si el problema no se resuelve es cuando pasamos a la segunda que es la de resistencia. Y por último, a la tercera que es el agotamiento.

Al entrar en la tercera fase de agotamiento es cuando ya se produce el desgaste, que sería el estrés propiamente.

Y ahora lleva este cuento a tu vida. ¿Entiendes de donde viene ese agotamiento permanente o ese dolor de todo el cuerpo? Es tu organismo defendiéndote de tu oso. Y lo peor no es que nos asustemos porque nos persigue un oso, sino que como humanos recreamos la situación una y otra vez, entrando en estrés postraumático incluso en algunos casos. No queriendo volver a comenzar con un trabajo nuevo, o un nuevo negocio…imagina hasta que punto te puede condicionar.

Así, que grábate a fuego la frase de que el estrés no te frene.

Y claro está, que ante un peligro físico al menos podemos huir, pero ante los peligros mentales no es tan fácil. Y sostenidos en el tiempo empezamos a sentir trastorno del sueño, tensión muscular, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, cardiovasculares….Y cuando pasa el tiempo y la causa del estrés no se resuelve surge la tristeza.

Y aun algunos se extrañan la tristeza que invade a gran parte de la sociedad y el abuso de fármacos para contrarrestarla. Nos someten a miedos una crisis apocalíptica tras otra, covid, volcanes, crisis económicas, movimientos del núcleo…y después no cuadran las cifras de depresión. Blanco y en botella.

Miedo y estrés.

El miedo por ejemplo es también la causa de comportamientos insanos como la impaciencia, la prisa ( que coincidencia otro denominador común de nuestra sociedad) el perfeccionismo, el sometimiento ( el sometimiento, guuau que interesante), la incapacidad de tomar decisiones, la excesiva aversión al riesgo, comportamientos de tipo obsesivo-compulsivo, además de mentir o engañar. Ahí es nada.  Y pensándolo fríamente, al poder le podría interesar un miedo tras otro, para tener una población más triste, sumisa…interesante. Habrá que estar pendiente si las crisis apocalípticas se siguen concatenando.

Repetimos por última vez «el estrés esta frenando tu negocio». Si desarrollas un proyecto o tienes un negocio gestiona tu estrés o tu visión estratégica se verá perjudicada. Empecemos a sentir que no tenemos tantas obligaciones como creemos y sí opciones. Y si la situación actual que tengo no me gusta, me ocupo, no me preocupo. Empecemos nuestra gestión o desarrollo de proyectos sin cargas innecesarias. 

Nos vemos en el próximo post!