Saliendo de una crisis existencial.
Cuando estamos en pleno proceso de una crisis existencial, tendemos a pensar que la solución vendrá por elementos externos y además milagrosamente. Y es importante recordar que lo único que cae del cielo es el agua y de hecho cada vez menos. De ahí que en el anterior post trabajáramos el aprender a querernos a nosotras mismas con amor del bueno. En este daremos más pasos.
Cada vez que estamos en un proceso de sufrimiento, ya sea miedo ira, duda, temor, dolor… lo que sucede a nivel de tu organismo es que hay un conflicto en tu mente. Y por tanto no se arreglará con elementos externos. Podemos pensar que saldremos de la crisis cambiando de trabajo por ejemplo y sin embargo como será nuestro cerebro y nuestro corazón el que vaya a ese nuevo trabajo, es solo cuestión de tiempo que aparezca el dolor que antes teníamos, puesto que hemos cambiado el ambiente pero no nosotras. El patrón que solemos tener para salir de procesos de dolor es un proceso defensivo o proyectivo, buscamos hacia fuera, en lugar de autoconsciente.
¿Qué nos está sucediendo cuando estamos inmersas en una crisis?
El hecho mismo de que estés sufriendo indica que tu mente, en este momento, no sabe percibir la situación de un modo constructivo: no ve salida, no sabe qué hacer.
Si acudiéramos al hospital y nos hiciéramos un electroencefalograma y un electrocardiograma, que medirían los impulsos eléctricos en tu cerebro y en tu corazón respectivamente, observarías que cuando nos hemos sometido a un proceso de dolor o tensión continuada, las líneas de ambos se comportaran de forma irregular. Pero el ritmo irregular de tu corazón no se parecerá en nada al de tu cerebro. Estarás totalmente desincronizadas.
De ahí que realizar ejercicios que nos ayuden a sincronizar nuestro corazón y nuestra mente puede ser una potente herramienta para salir de la crisis. Herramientas de este tipo hay varias pero una especialmente poderosa y sencilla es una meditación de agradecimiento. ¿Por qué? Porque la rabia, el miedo, la duda y el dolor se minimizan cuando activamos la gratitud en nuestro circuito cerebral.
Ejercicios prácticos.
Puedes empezar por lo sencillo cada noche al acostarte piensa mentalmente 5 cosas por las que debes estar agradecida en este día. Quizás al principio te cueste pero verás que conforme ejercites más tu cerebro en este tipo de pensamientos más fácil te será estar desde la gratitud en lugar de desde el dolor o el miedo. No hace falta que sean grandes cosas, el mero hecho de tener un techo, una cama, o seres queridos es un gran motivo para estar agradecidas.
Conforme vayas entrenando el salir del estado mártir y amor de bebe esperando que la solución venga de fuera, te será más fácil ir visualizando los sueños que deseas alcanzar.
Para ello es básico:
Seguir evolucionando.
Si no evolucionas irás cual zombi sobreviviendo. Seguro que conoces múltiples personas que dejaron de crecer y marcarse retos, objetivos y sueños y de repente su cuerpo físico y mental se va apagando cual una vela que se consume. Es básico estar en crecimiento, sino te sentirás frustrada y miserable. En esta sociedad que incita tanto al ocio vacío sin alma, cada vez son mayores los casos de ansiedad y es que el crecimiento junto al amor son los principales motores de nuestra vida. De hecho, múltiples autores asimilan la palabra felicidad al progreso. No a la diversión o ocio sin un para qué.
También es básico practicar el dar.
Somos entes sociales y nuestro cerebro está programado para la supervivencia. El sentimiento de pertenencia a tribu es muy poderoso. Y para ello hemos de cuidarla y dar. Es una de las mayores satisfacciones inmediatas que obtenemos, y se produce al ser generosos y dar. Con ello no nos referimos evidentemente al aspecto material, sino a dar tiempo de calidad, atención y amor. Produce tanta explosión hormonal que de hecho puede ser adictivo y algunas personas se pasan al otro extremo dando continuamente y olvidándose de cargarse para poder seguir dando. Así que sin irnos a los extremos sino en el justo equilibrio, daremos.
Poner atención y foco en lo importante.
Aquello en lo que te enfocas es lo que crece. Si te enfocas en la queja, el dolor, el miedo la duda será lo que crecerá. Empieza a prestarle atención a pensamientos positivos. Cada vez que te pilles en una critica o queja, frénala y parala. Solo tienes dos opciones si depende de ti, ponte a cambiar la situación, si no tienes control sobre ella no gastes tu energía en agrandarla.
Por último, márcate tus objetivos y sueños.
En el plano profesional, social, y espiritual. Que cada día al levantarte tengas claro lo que deseas alcanzar, una vida con propósito es la mejor medicina para salir de una crisis. Si aun no sabes cuál es tu propósito de vida investiga las herramientas que te pueden ayudar a descubrirlo, los arquetipos, el eneagrama pero dota tu vida de propósito si quieres sentirte viva.
Como dice la frase de Lao tse: Un hombre con valor exterior se atreve a morir; un hombre con coraje interior se atreve a vivir.
Vive.
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